Las flores de pensamiento son un hermoso regalo lleno de significados especiales. Son perfectas para decirle a alguien que lo tienes en tus pensamientos y en tu corazón. Reflejan cariño, afecto y simbolizan la reflexión y la consideración.
Cada color tiene su propio encanto: por ejemplo, los pensamientos morados llevan paz y serenidad, mientras que los amarillos iluminan el día con su energía positiva. Dar estas flores es una dulce manera de mostrar que alguien es importante y especial para ti.
Conocidas científicamente como Viola x wittrockiana, estas hermosas plantas son el resultado de mezclar diferentes tipos de violetas, en especial la Viola tricolor. Surgieron por primera vez en el norte de Europa, y hoy tenemos la suerte de contar con una gran variedad de colores y tamaños. Son muy queridas en el mundo de la jardinería por sus vivos colores y por ayudar a mantener lejos las malas hierbas.
Semilla del Pensamiento
Se debe sembrar a una profundidad de 3 cm aproximadamente. Estas semillas tienen un éxito de germinación del 85% y pueden tardar entre 8 y 40 días para germinar, La temperatura ideal esta entre 10 y 20 °C.
Principales cuidados del pensamiento:
Estos son los cuidados básicos de los pensamientos:
Características del Pensamiento:
Es una planta bianual, principalmente florece entre noviembre y abril, en Colombia puede florecer durante todo el año debido a nuestro clima, generalmente tarda entre 6 y 8 semanas para florecer con las condiciones optimas de cultivo, temperatura, luz y riego.
Luz, ubicación y clima:
Soportan un rango muy amplio de temperaturas entre frio y calor sin ser extremos. Sí bien es importante ubicarla en una zona muy luminosa, donde reciba bien el sol, si el clima es muy caluroso o intenso, es recomendable ubicarlas en semi sombra, o en algún punto en que estén protegidas de las horas de sol más fuertes.
Riego del pensamiento:
Requiere de riego regular, siempre relativamente húmeda pero sin encharcamientos. Un riego excesivo o una tierra con un drenaje insuficiente podrían provocar exceso de humedad en sus raíces, y que la planta enferme o se debilite. En épocas de floración será necesario un riego más frecuente, cada 2 o 3 días según las características el clima y el suelo.